Adra, Cosas desaparecidas : Los CINES.

Cine CapitolInterior del cine Capitol

Nadie que naciera y creciera en la posguerra civil hubiera pensado que desaparecerían en Adra los locales de proyección de peliculas. En aquellos entonces los cines eran el alimento cultural del pueblo.Las dificultades provocadas por el aislamiento internacional a que fue sometida España al final de la Segunda guerra mundial se veían de alguna manera «disimulada» por la asistencia de la gente a las salas de cine ,en la que , aparte de las películas americanas, se proyectaba un cine nacional pletórico de folclore. Las peliculas de Carmen Sevilla, Paquita Rico, Lola Flores, Antonio Molina, Imperio Argentina, con los actores de teatro reconvertidos a estrellas del celuloide como Eduardo Fajardo, o cómicos ,Miguel Ligero, toreros Mario Cabré, inundaron las pantallas españolas llegando a todos los rincones de la geografía nacional a través de las salas de cine locales.

En Adra hubo una primera que era conocida con el nombre de Cine Daza, en alusión a la familia propietaria de la misma , ésta estaba situada en la entrada del pueblo , en el solar donde hoy se alza el edificio que hay enfrente de Muebles Fernando, y que tiene la consulta del dentista D. Francisco Moreno Sánchez . Constaba de dos locales ,uno de invierno y una terraza de verano. Era un cine grande que por los años cincuenta pasó a propiedad de D. Antonio Sánchez Jiménez( abuelo del mencionado dentista), que se dedicaba a la compra de verduras para enviarlas a los distintos puntos de España .El nuevo propietario reformó el cine y dotó a su falso techo de unos paneles de corcho ,que le daban un olor especial a la sala de cine. Al empezar el verano se trasladaba a un solar que había al lado  lo que hacía posible el contemplar el cine bajo la noche veraniega.Este cine fue rebautizado con el nombre de Albéniz.

El otro local era el Cine Capitol, fue abierto por una sociedad formada por los hermanos Oliver y D. Gabino Dominguez.Los primeros , integrantes de una familia de carpinteros, que todavía alguna de sus ramas mantienen este tipo de negocio en forma de taller o en el de venta de Muebles.El taller del patriarca de esta Familia D. José Oliver Padilla estaba situada en la Rambla de las Cruces ,exactamente en la tienda de muebles que hoy regentan unas nietas suyas. El segundo un empleado de Sindicatos (CNS), que pasó su vida entera en Adra y que fue padre de la Doctora Dª Isabel Dominguez Castillo , hoy brillante hematóloga que ejerce actualmente en Almería.Este cine se situaba en un local alquilado a la familia de D.José Soler (Maestro de Escuela que regentó la escuela preparatoria del Instituto de Enseñanza Media de Almería, hoy denominado el Celia Viñas).Este local tenía dos plantas ,la platea y un palco grande ,el llamado «gallinero»que se alzaba sobre la platea . a sus lados dos pequeños palcos. Le servían de cine de verano la terraza Casablanca, situada en el Carril de Cuenca, donde hoy se encuentra la Oficina de Correos que era propiedad de la familia Utrera, de la que formaba parte el inolvidable médico D.Federico Utrera Cuenca.

Estos cines mantuvieron su actividad hasta finales de los setenta en que la aparición y popularización de la tele acabó por hundir su negocio. El Capitol se mantuvo  en los primeros de los ochenta ya como sala dedicada a los mitines politicos de la transición.

Había una forma de atraer a la gente al cine en aquellos duros años , se ponían carteleras de las películas en la Carrera , la del cine Daza enfrente de la actual farmacia de D. Juan María Guillen Esturillo y la del cine Capitol al lado de su puerta de entrada, o sea en la puerta de la actual farmacia de D. José Espejo Guerrero. Se distribuían unos carteles grandes pegados en madera por distintos puntos del pueblo , recuerdo que uno se ponía enfrente del café Gemelos de Barrera. Cuando se quería promocionar extraordinariamente una película se ponía un precio único para todos de una peseta la entrada, a este tipo de precio se le llamaba «fémina» y ,cuando ocurría , se formaban largas colas en el cine lo que hacía que la película se mantuviera varios días en cartel.

En los primeros años la película se cortaba con facilidad y se interrumpía, el público entonces vociferaba en contra de la persona que manipulaba la máquina ,llamándole «¡Pepe! ¡Te has tomao un vaso!» Aludiendo si es que estaba borracho , el tal Pepe desapareció como trabajador del cine debido a su avanzada edad ,pero su nombre se fue utilizando para el empleado que le sustituyó mientras el cine duró.

 

 

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