Cambios mas importantes de las aves ocurridos en el Poniente de Almería debido al nuevo modelo agrícola que se ha producido a partir de los años 50 del siglo pasado.
Las Albuferas de Adra
La proliferación de invernaderos ha dado lugar a que el entorno paisajístico ha sufrido un brutal cambio que ha incidido de una forma rotunda sobre los habitantes alados del Poniente. Así las llanuras existentes en los antes llamados Campos de Dalías ,hoy conocidos como del Ejido, han desaparecido, y han dado lugar a lo que se conoce como el Mar de plástico, que ha traído una gran riqueza económica al lugar ,pero que ha influido en los habitats de una manera brutal.
La avutarda desapareció completamente junto con el sisón , los alcaravanes se vieron restrigindos a zonas mucho mas pequeñas con lo que su población actualmente es muy pequeña.Los zarapitos,agachadizas solo existen de una forma testimonial y las poblaciones de especies de menor tamaño han sido diezmadas por la acción inmisericorde de los pesticidas.
A partir de 1.960 los invernaderos empezaron a invadir primero los llamados «montes» ,bancales donde la anea crecía libremente ,y después , las dunas que rodeaban las Albuferas de Adra y en su avance descontrolado ,con las autoridades que podían haber regulado su avance mirando hacia otro lado,acabaron llegando a las mismas orillas de las aguas de las balsas que constituían las Albuferas ,llegando a hacer desaparecer a la que estaba mas próxima al litoral.Hubo la descabellada idea de desecarlas ,cosa que se intentó por una empresa que creo que era francesa pero que afortunadamente no prosperó.La pérdida de su entorno conduzco a la desaparición de infinidad de aves que eran habituales en ellas y que,hoy, ni están ni se les espera. Algunos viejos del lugar dicen recordar flamencos en los alrededores de las Albuferas,que a otros ,que también peinamos canas ,nos parece cosa increible.
La entrada de la democracia pareció,en un principio que iba a resultar mas positiva para la protección de lo que quedaba salvable de las Albuferas, no fue así ,un amago de D. Antonio Castro Moreno.teniente de alcalde en la primera Corporación de la democracia, intentando delimitar una zona mínima de ellas, acabó con los mojones en el agua y la cuchufleta irresponsable de algunos lideres de extrema izquierda que tenían intereses en la zona. La iniciativa de D.Antonio quedó anulada y nadie mas se interesó por la protección de los humedales.Al cabo del tiempo pusieron unos observatorios sobre las balsas y a otra cosa mariposa.Sobre las Albuferas cayó el silencio político mas espantoso.Hoy las aguas están constreñidas,prisioneras por los invernaderos ,rodeadas por un pequeño cinturon de plantas en sus orillas y con una población alada exigua.
Otros entornos naturales
La otra zona , las charcas y llanuras ribereñas, han sufrido una suerte parecida.Los invernaderos en las llanuras de Balerma han llegado hasta el mar, no ha quedado un palmo de tierra libre lo que ha hecho historia de una zona que acogía a infinidad de aves de paso,las Salinas de Guardias Viejas han sido devoradas por la urbanización de Almerimar , en su lugar hay un lago que , prisionero del cemento no es suficiente para remediar el mal ecológico hecho.
Las Salinas de Roquetas de Mar las ha librado la crisis urbanistica de los primeros años del XXI , y es la crisis la que ha detenido el avance sobre estas zonas de las urbanizaciones ,hoy es uno de los lugares mas ricos en presencia de limícolas y otras especies.
Lo mas grave es que los invernaderos amenazan a los cerros limítrofes pues sobre ellos se observan como el mar de plástico sube por sus laderas e incluso ha invadido las laderas nortes de la Sierra de Adra destruyendo el paraje de la Fuentefría.
Hay que quitarse el sombrero con la gran obra económica realizada por los labradores que han conseguido hacer del Poniente de Almería una de las zonas mas prósperas de España, pero hubiera sido necesario que nuestras autoridades hubieran sabido regular el crecimiento para evitar en lo posible el daño ecológico innecesario hecho a la mísma ,el cuál ,creo yo, es irrecuperable.
F. Crespo
Adra, Geografía e Historia 